Europol, la Oficina Europea de Policia, ha facilitado un dato que impresiona. Aunque no hay cifras exactas, se calcula que desde que comenzó el fenómeno han desparecido unos 10.000 niños nada más llegar a Europa. Brian Donald, responsable de Europol, quien ya en noviembre lanzó un aviso en Madrid en una conferencia de la Iglesia Católica sobre refugiados, ha declarado ahora al semanario británico «The Observer» que existen mafias de tráfico de menores cada vez más eficaces, con base en Hungría, Alemania, Italia y Suecia. «Organizaciones criminales bien organizadas, que ven en los niños una oportunidad de riesgo bajo y negocio alto». Según sus cálculos, solo en Italia se ha perdido la pista a 5.000 niños y también han desaparecido un millar de los que entraron por el puerto de Trelleborg, en el Sur de Suecia.
En lo que es la cara más sórdida del drama de los refugiados, las redes de tráfico de menores acaban forzándolos a la prostitución, sobre todo a las niñas, o al trabajo en régimen de esclavitud. También se incorpora a pequeños que llegan solos a redes de delincuencia y tráfico de drogas, porque por su edad eluden en muchos países las penas de privación de libertad.
http://www.elmundo.es/internacional/2016/01/31/56ae41c6268e3e146e8b45b5.html